Ayer al terminar las clases y con la noche acechando Somosaguas, decidí junto con otra compañera ir al Caixa Forum. No sabíamos las exposiciones que había y por tanto si nos iban a interesar o si por el contrario íbamos a salir de lo más aburridas y encima más agotadas todavía de lo que ya estábamos después de pasarnos todo el día en la facultad.
Además, sobre mis oídos aun resonaban las palabras que el profesor de Sistema Económico nos había dicho por la mañana: “Una visita al Prado me ha matado”; Carballo nos relató en clase como mientras mostraba su interés por la cultura, había sentido al cabronazo del virus rodar por su garganta. Ya os podéis imaginar que por muchas ganas que tenga una de culturizarse, la idea de dar cobijo a un virus no me hacía mucha gracia… Pero aún así, me arme de valor y fui en busca de cultura y quede (como casi siempre) encantada.
Tras ver la exposición dedicada al arquitecto Palladio, nos dirigimos a la 3ª Planta para ver Maternidades, una exposición fotográfica llevada a cabo por el periodista y fotógrafo Bru Rovira a lo largo del mundo, por los lugares más inhóspitos y perjudicados por las guerras. En ella hay una serie de imágines, una serie de historias reales, que nos muestran como el amor entre una madre y un hijo es superior a todas las adversidades imaginables. Que nos hacen ver, una vez más, que en la mayoría de los casos, nosotros, nos quejamos por trivialidades que no cambian en absoluto nuestra pequeña vida de lujos. Y sobre todo, nos muestra que al final siempre son los mismos los que sufren.
Además, sobre mis oídos aun resonaban las palabras que el profesor de Sistema Económico nos había dicho por la mañana: “Una visita al Prado me ha matado”; Carballo nos relató en clase como mientras mostraba su interés por la cultura, había sentido al cabronazo del virus rodar por su garganta. Ya os podéis imaginar que por muchas ganas que tenga una de culturizarse, la idea de dar cobijo a un virus no me hacía mucha gracia… Pero aún así, me arme de valor y fui en busca de cultura y quede (como casi siempre) encantada.
Tras ver la exposición dedicada al arquitecto Palladio, nos dirigimos a la 3ª Planta para ver Maternidades, una exposición fotográfica llevada a cabo por el periodista y fotógrafo Bru Rovira a lo largo del mundo, por los lugares más inhóspitos y perjudicados por las guerras. En ella hay una serie de imágines, una serie de historias reales, que nos muestran como el amor entre una madre y un hijo es superior a todas las adversidades imaginables. Que nos hacen ver, una vez más, que en la mayoría de los casos, nosotros, nos quejamos por trivialidades que no cambian en absoluto nuestra pequeña vida de lujos. Y sobre todo, nos muestra que al final siempre son los mismos los que sufren.
Al finalizar la exposición la gente deja mensajes para sus madres; a nosotras nos obligaron a salir antes de que mi amiga pudiese escribir el suyo asique sin ninguna duda volveremos. Por eso y porque no hay nada más bonito que ver las miradas de vida, esperanza y amor de unas madres ante sus hijos.
"La relación entre una madre y su hijo pertenece a este universo inmaterial, privado e íntimo capaz de sobrevivir a cualquier situación por mal que vayan las cosas"
Bru Rovira
PD: Recupérese.